Hay veces en que es evidente cómo la vida te impone su agenda, sus temas. Y lo que a uno le queda en esos casos, si es que puede, es decidir cómo va a seguir esa agenda.
Entonces, uno puede decir “ok, toca esto, hay que bailar”, y entonces elegir qué música le va a poner… ¿salsa o película de terror? Sin duda, por algún motivo que desconozco y agradezco, en mi caso elijo música alegre, aunque a veces un tango o un blues me combinan perfecto.

Para distraerme, nada mejor que un lunes con algo de vida habitual, poner la mente en cómo rotar y estirar los músculos en mi clase de barra-terre, y en qué comprar en el supermercado. Además, decidí empezar dieta. ¿Justo ahora? Ya me preguntaron varios. Sí, ¡justo ahora!
En otras palabras, eso que yo creía seguro, como un turno para arrancar mañana, en el centro de Palermo, donde ya había visto a la médica y a los técnicos, ya no estaba. Me están reasignando horario y lugar pero igual empiezo en estos días.
El juego de pensar en otra cosa vuelve a empezar. Y el vamos viendo sigue su curso (Ver "Filosofía del vamos viendo").
Pensar en otra cosa es casi tan dificil como pensar en nada. Pero estás poniéndole buena música al asunto y además, my dear, te estas haciendo una experta del "Vamos Viendo", medalla de oro para vos!
ResponderEliminarM.C.