sábado, 10 de septiembre de 2011

Caso raro espera lo inesperado

 Los diez meses que estuve haciéndome estudios del cerebro sin diagnóstico cierto; el ateneo de neurólogos; las interconsultas varias; la junta médica en el centro de radioterapia. Todo esto tiene una explicación: si no entendí mal, el caso es raro –para bien o para mal- porque mis “manchitas” no crecen como una metástasis habitual y porque no me dan síntomas. Pese a eso, ahora todo indica que es metástasis y por eso el tratamiento.
¿Por qué esta rareza? No se sabe. Y si no se sabe… Quizás el cura de Rosario con sus toques, abrazos, medallitas y agua bendita me frenó la metástasis. En una de esas, fue el cura de Vicente López cuando me dio una electricidad en la cabeza al acercarme su crucifijo (muy difícil de explicar), sentí que las piernas me desaparecían y me caí. También puede ser lo que explica la astrología sobre el paso de Plutón, creo, que me sigue justo desde hace siete años, como el cáncer. Puede tener que ver con la medicación monoclonal que me aplican. O con un cabezazo, o con el secador de pelo. O con los pensamientos positivos, como dice MC... ¿sigo?
El tema es que hay que bancarse el hecho de que no sabemos. Convivir con la incertidumbre. “Esperar lo inesperado”, diría Kwai Chang Caine en una de sus enseñanzas, dentro del templo shaolín, en la serie de TV Kung Fu.

1 comentario:

  1. Pueden ser también tus pensamientos positivos, o todo el amor que te rodea, o la energía de los que te queremos, o... sigo? :)

    ResponderEliminar