viernes, 2 de septiembre de 2011

Buscando pistas en mi cerebro

Recién confirmé el turno para hacerme la resonancia magnética cerebral 3tesla, más otras palabras como angio y espectroscopía, o algo así. El chico de turnos amablemente me consulta si es con anestesia general: ¡no! Me explica que muchos no aguantan una hora y media inmóviles adentro de la máquina. Creo que voy a aguantar, no quiero anestesia. Será una oportunidad para meditar, para bajar las revoluciones y comprobar q puedo estar una hora y media sin hablar, casi sin moverme y sin hacer pis.
Cuatro días después tendremos el resultado que irá a un ateneo que organiza el neurólogo.
La humanidad conoce poco y nada sobre el cerebro, pero yo al mío lo tengo bastante visto últimamente. Llegamos hasta acá después de cuatro resonancias que muestran pequeñas imágenes en mi cerebro que nadie está seguro qué significan.
El tema es, como viene siendo en estos últimos siete años y medio de convivencia con el cáncer, "mis antecedentes" (ver "Cronología..."). 
Decía que llegamos hasta acá por unas manchitas que aparecen en mis últimas resonancias cerebrales y nadie está seguro de qué son, después de haber recorrido salas de espera y consultorios de tres neurocirujanos, dos neuroradiólogos y un neurólogo que, finalmente, me pide este nuevo estudio, del que nadie antes nos había hablado, y se anima a una hipótesis: sospecha que es una metástasis, de un tipo poco habitual, en un estadío muy inicial.
Certezas, ninguna
Espero que valga esa hora y media para tener alguna nueva pista. A la vez también tengo la esperanza de salir de ahí con más incertidumbre, si descubren que el cura al que fui a imponerme las manos, me curó y las manchitas desaparecieron... Ahí si que mi madre abandona el judaísmo y se persigna!

1 comentario: